(Data diddling), conocido también como
introducción de datos falsos, es una manipulación de datos de entrada al
computador con el fin de producir o lograr movimientos falsos en transacciones
de una empresa. Este tipo de fraude informático conocido también como
manipulación de datos de entrada, representa el delito informático más común ya
que es fácil de cometer y difícil de descubrir. Este delito no requiere de
conocimientos técnicos de informática y puede realizarlo cualquier persona que
tenga acceso a las funciones normales de procesamiento de datos en la fase de
adquisición de los mismos.
MANIPULACIÓN DE PROGRAMAS O LOS “CABALLOS DE
TROYA”
(Troya Horses), Es muy difícil de descubrir y a
menudo pasa inadvertida debido a que el delincuente debe tener conocimientos
técnicos concretos de informática. Este delito consiste en modificar los
programas existentes en el sistema de computadoras o en insertar nuevos
programas o nuevas rutinas. Un método común utilizado por las personas que
tienen conocimientos especializados en programación informática es el
denominado Caballo de Troya que consiste en insertar instrucciones de
computadora de forma encubierta en un programa informático para que pueda
realizar una función no autorizada al mismo tiempo que su función normal.
LA TÉCNICA DEL SALAMI:
(Salami Technique/Rounching Down), Aprovecha las
repeticiones automáticas de los procesos de cómputo. Es una técnica especializada
que se denomina “técnica del salchichón” en la que “rodajas muy finas” apenas
perceptibles, de transacciones financieras, se van sacando repetidamente de una
cuenta y se transfieren a otra. Y consiste en introducir al programa unas
instrucciones para que remita a una determinada cuenta los céntimos de dinero de muchas cuentas
corrientes.
FALSIFICACIONES INFORMÁTICAS:
Se efectúa fijando un objetivo al funcionamiento
del sistema informático. El ejemplo más común es el fraude de que se hace
objeto a los cajeros automáticos mediante la falsificación de instrucciones
para la computadora en la fase de adquisición de datos. Tradicionalmente esos
fraudes se hacían basándose en tarjetas bancarias robadas, sin embargo, en la
actualidad se usan ampliamente equipo y programas de computadora especializados
para codificar información electrónica falsificada en las bandas magnéticas de
las tarjetas bancarias y de las tarjetas de crédito
PISHING:
Este tipo de fraude se recibe habitualmente a
través de mensajes de correo electrónico o de ventanas emergentes. El robo de
identidad es uno de los delitos que más ha aumentado. La mayoría de las
victimas son golpeadas con secuestros de cuentas de tarjetas de crédito, pero
para muchas otras la situación es aun peor. En los últimos cinco años 10
millones de personas han sido víctimas de delincuentes que han abierto cuentas
de tarjetas de crédito o con empresas de servicio público, o que han solicitado
hipotecas con el nombre de las víctimas, todo lo cual ha ocasionado una red
fraudulenta que tardará años en poderse desenmarañar
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